La actividad que realice como servicio social fue como alumno embajador en la universidad mayor en Santiago de chile. Dicha escuela organizo dos ferias internacionales en las cuales participamos montando un stand de México en donde invitábamos a los alumnos tanto chilenos como de otros lugares del mundo a que visitaran nuestro país, además de mostrarles nuestra ciudad y claro la universidad de Guanajuato.
En dicho espacio mostrábamos la cultura, comida, ciudades y universidades de origen mediante folletos, fotos y una pequeña platica en la cual sintetizábamos lo que el interesado buscaba o le interesaba de México.
Las personas interesadas bien podían ser tanto de América como de Europa o Asia con preguntas tan variadas como ¿donde se encuentra Teotihuacán, Chichen-itza? ¿De que parte del país eres? ¿Qué nivel educativo tiene la universidad de Guanajuato? ¿La comida mexicana contiene mucho picante? ¿Tienen tequila? Etc…
Todas estas preguntas eran frecuentes, y mi respuesta siempre era vayan a México es hermoso, y Guanajuato aun mas, es una ciudad con mucha historia y muy diferente a todo lo que han visto.
Además, al mostrarles fotos de la ciudad y del edificio central de la UG quedaban maravillados y con muchas ganas de visitarlo. La mayoría coincidía en haber visitado lugares como Cancún, playa del Carmen pero los asustaba la ciudad de México por su tamaño o la inseguridad de habita en este país, pero al escuchar esto, yo explicaba que esto es común en todas las ciudades grandes del mundo y que al margen de esto la gente es sumamente agradable y amigable.
Los chilenos son unas personas agradables y atentas pero suelen ser un poco fríos, a mi parecer les falta un poco del carisma latino; como país son un pueblo que sigue muy bien las reglas, cosa que yo les envidio y como resultado hay mejor calidad de vida que en México. La vida es un poco más cara pero esto no fue una traba para que mi intercambio no fuera exitoso ya que contaba con el apoyo tanto de mi familia como de mis amigos y de la Universidad de Guanajuato.
En conclusión, puedo decir que el vivir una experiencia como lo es un intercambio académico es sumamente gratificante para tu vida ya que aprendes un sin número de cosas que es necesario vivirlas para valorarlas. Sin duda es algo que desde ahora promuevo con mis amigos y familiares para que nuestra formación como estudiantes pero antes que nada como personas sea integral.
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